Cuando Steven Spielberg estrenó ET en 1982, Estados Unidos llevaba al menos cinco décadas recopilando información sobre «actividad no humana». Al menos eso es lo que mantiene el exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, David Grusch, interrogado este miércoles en la subcomisión de Seguridad Nacional, Frontera y Asuntos Exteriores del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.
Si bien las acusaciones de la existencia de programas del Gobierno de Estados Unidos relacionados con la actividad extraterrestre y la ocultación de información no son algo nuevo, esta vez Grusch ha realizado estas declaraciones en el Congreso estadounidense. En este foro ha asegurado que el Ejecutivo norteamericano ha recuperado restos biológicos «no humanos» procedentes de choques y aterrizajes de naves alienígenas.
Ha negado, sin embargo, haber visto nunca el cuerpo de un alien, cuando en entrevistas previas en otros escenarios había sostenido lo contrario. «Obviamente, cuando recoges algo que ha aterrizado o impactado, a veces encuentras pilotos muertos. Y, créeme o no, por fantástico que suene, es verdad», había contado en una entrevista en la cadena de televisión. ‘NewsNation’.
Además, el exoficial ha subrayado en esta ocasión que él nunca llegó a ver ninguna nave alienígena, pero que sus argumentos se basan en «extensas entrevistas con oficiales de inteligencia de alto rango». Asimismo, interrogado sobre uno de estos artefactos espaciales del «tamaño de un campo de fútbol» mencionado por Grusch en entrevistas en el pasado, ha lamentado no poder dar más detalles.
De forma similar, al preguntarle por personas y compañías que hubieran trabajado sobre los OVNI con el Gobierno, ha recalcado que había revelado nombres y departamentos en audiencias privadas, pero no podía hacerlo en una sesión pública como la de este miércoles.
Por su parte, un piloto retirado de la Armada, Ryan Graves, ha afirmado que él ha visto OVNI en la costa atlántica «cada día durante, al menos, los últimos dos años». En este sentido, ha defendido que los avistamientos no son un fenómeno «raro ni aislado» y son presenciados por tripulaciones militares y pilotos comerciales «cuyas vidas dependen de una identificación precisa».
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