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Ni eran campistas experimentados ni llevaban consigo el equipamiento básico necesario para sobrevivir en el bosque. Sólo tenían una tienda de campaña y sacos de dormir. Aún así, Jevon Hirst, Harvey Owen, Wilf Henderson y Hugo Morris, cuatro adolescentes de 17 años, se fueron de acampada al noroeste de Gales el sábado por la noche. Prometieron a sus familias que estaría de regreso a la mañana siguiente. No lo hicieron. El domingo por la mañana ninguno había dado señales de señales ni había estado activo en WhatsApp desde ese mismo mediodía, según ‘The Guardian’.
En paredero desconocido desde entonces, la Policía sigue su rastro después de haber sido vistos por última vez subiéndose a un Ford Fiesta de color plateado y viajando en él desde la localidad de Harlech dirección Porthmadog ambas en el condado de Gwynedd. El operativo de búsqueda organizado por tierra, mar y aire aún no ha encontrado ningún rastro de ellos. Únicamente han podido localizar en un aparcamiento de este segundo municipio galés el vehículo desaparecido, cuya matrícula es HY14 GVO.
La desesperación y la preocupación son tales que incluso la madre de uno de ellos, Crystal Owen, ha viajado hasta la zona de la desaparición de su hijo Harvey para participar en el el operativo de búsuqeda. En declaraciones a la BBC, contó que desconocía que el joven se fuese de acampada, ya que creía que se iba a dormir a casa del abuelo de un amigo. «No hemos pegado ojo, estamos desesperados por seguir cualquier pista que podamos. Si hubiera sabido a dónde iba, no le hubiera dejado ir por las condiciones climáticas que había», ha declarado la cadena británica. Además, explicó que los chicos «nunca habían estado ahí, no conocían la zona».
La única pista que ha salido a la luz, además del paradero del coche en el que viajaban, es un vídeo difundido a través de X (antes Twitter) en el que alguien arrastra una tienda de campaña hasta el interior de un vehículo estacionado en una de las colinas cerca de la localidad de Felinheli.
«Todos están muy preocupados y nadie sabe nada de ellos, lo cual es algo raro en ellos. Sus teléfonos deben estar apagados o sin batería«, dijo al ‘Shropshire Star’ Lisa Corfield, la madre de Maddi, novia de Wilf. La mujer define a los adolescentes desaparecidos como personas inteligentes, sensibles y responsables. Sus familias continúan «muy preocupadas». La Policía de Gales y los equipos de rescate de montaña, por su parte, piden colaboración ciudadana y que cualquiera que les haya visto se ponga en contacto con las autoridades de inmediato.
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