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Un campamento militar del Ejército de Mali situado en el aeropuerto de la ciudad de Gao ha sido objetivo este viernes de una operación suicida, un día después de un doble atentado contra una instalación militar y contra un barco, que fue atribuido a yihadistas y dejó al menos 64 muertos.
El atentado ha sido reivindicado por el Grupo de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (JNIM), una rama de la organización terrorista Al Qaeda en Mali, sin que por el momento haya informaciones sobre víctimas.
«Un ataque suicida y complejo ha sacudido el campamento militar de Gao, en la zona del aeropuerto», han dicho las Fuerzas Armadas malienses en un breve comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook. «Hay una evaluación en marcha. Habrá detalles posteriormente», ha señalado.
Esta región — en el centro de una insurgencia yihadista que afecta a otros tres países africanos del Sahel — sufre un recrudecimiento de la tensión en las últimas semanas, en parte por la retirada de Malí de un contingente de paz de la ONU.
El Mando de Operaciones Conjuntas del Ejército alemán ha indicado en redes sociales que las instalaciones se han visto sacudidas por «tres explosiones» y ha subrayado que sus efectivos «no se han visto afectados por el incidente». «Los detalles sobre el incidente son desconocidos por ahora», ha añadido.
Atentado en un día de luto nacional
El ataque tiene lugar un día después de que la junta militar de Mali informara de la muerte de 49 civiles y 15 militares en un doble atentado ejecutado por la rama de Al Qaeda. Así, los terroristas atacaron un barco y una infraestructura de las Fuerzas Armadas ubicada en el municipio de Bamba, en la región de Gao.
Tras ello, el líder de la junta y presidente de transición, Assimi Goita, declaró un luto nacional de tres días, que comienza a las 00.00 horas de este viernes, «en homenaje a las víctimas civiles y militares del ataque terrorista perpetrado contra el barco ‘Tombuctú’», por lo que las banderas ondearán a media asta en todos los edificios públicos.
Mali, al igual que otros países del Sahel, ha venido registrando en los últimos años un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.
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